Septiembre 2024. INICIO. De las cristalinas aguas de un bello cenote en la
lejana Isla Encantada, emerge la hermosa Clara Mar Muñoz, quien
luego del un chapuzón toma su morral con aceites y cristales y
camina por la playa, hacia su hogar, mas se alarma al ver a Felipe,
su padre alcohólico, teniendo un percance con compañeros de juerga.
Tras defenderlo, lo lleva a casa y le pide que cuide su salid, pues
el hombre está muy enfermo. Este no hace más que recordar que se
convirtió en un borracho el día en que su esposa lo abandonó, por
ser una golfa, situación que lastima a la muchacha, que se desahoga
de rodillas ante su hermano menor, Chuy, un muchacho inválido que le
da fuerzas pero en silencio sufre pues cree que por su condición no
puede hacer nada por ella, que no deja de ser presionada por su
vecina, Zoraida, para que trabaje con ella de noche, en la cantina de
la que es propietaria y en la que también trabaja El Muñeco, un
galán de barrio dedicado a esculpir su cuerpo y que está
obsesionado con Clara Mar, despertando esto los celos de Gema, una
mesera conocida como “La Divina”, que la molesta siempre que
tiene ocasión, pues la cree una mustia virginal que en realidad es
tan cualquiera como muchas más y cuenta con el cariño y protección
de su eterno enamorado, Sergio Laprida, quien la ha recomendado con
gente del spa en que trabaja, así como del padre Agripín, el cual
conoce la verdad de su familia, su madre, y la ha procurado y
protegido siempre, como su padrino, así como su tía Esperanza,
quien la busca para decirle que su patrón, sufre de fuertes dolores
y desea que ella lo cure con sus cuarzos y cristales.
Los
Mendizábal son una familia de abolengo dirigida por la imponente
matriarca, Dulcina, quien se ha encargado de agravar la salud de su
marido, Santiago, desde que este descubrió un terrible secreto sobre
ella y por ello la aborrece y ofende en todo momento, por lo que ella
se refugia en el Lic. Ricardo Linares, su amigo durante años y el
cual conoce todo de ella y la entera de que su marido sabe que
morirá, por lo que ha hecho su testamento y en él la mayor
beneficiada es la hija del primer matrimonio del hombre: Angélica, a
quien la madrastra ha sometido a su voluntad, volviéndola insegura y
dependiente de ella, que estalla en cólera al saberlo y pide a
Ricardo que se encargue de que su hijo Luis José no se entere del
grave estado de su padre, a quien Clara Mar acude para sanarlo con su
energía y cristales, apiadándose de él, que le agradece el
calmarlo a pesar de que Dulcina está en desacuerdo con lo que hace y
acusa al ama de llaves, Esperanza, de valerse de su sobrina para dar
falsas ilusiones al enfermo, mismo al que la mujer asegura que tiene
los días contados y tarde o temprano morirá, recriminando que no la
haya beneficiado mayoritariamente en su testamento. Él le recuerda
que es una cualquiera y que, si se apiadó de ella, fue únicamente
por el cariño que él le tiene a Luis José, al que siempre creyó
hijo suyo y no un bastardo, debido a las pirujerías de su madre, que
en realidad sí que hace brujería al marido, pues acude a la bruja
Calixta para consultar el tarot y abastecerse de los polvos que pone
en las comidas del esposo, al que decide matar, poniendo gran
cantidad de polvos en sus alimentos, enviudando. Esto hace que
Angélica sufra y la villana la atormente, asegurando que su padre la
ha dejado en la calle, pues heredó todo a ella, su esposa,
valiéndose de Robles para demostrar con engañifas su mentira.
Incluso Luis José, que ha vuelto de la capital del país para
acompañar a su padre al camposanto, no lo puede creer y tiene una
discusión con su madre, ya que no piensa dejar desprotegida a la que
él cree su media hermana.
Felipe
desahoga sus sufrimientos y carencias con Zoraida, a la que pide que
le siga fiando en la cantina. La mujer no cede y le pide que convenza
a Clara Mar de que trabaje para ella, pues es bonita y muchos de los
clientes acudirían más a la cantina solo para verla. El padre de la
muchacha presiona a esta para que acepte la oferta, pero ella se
niega y dice al progenitor saber que él solo desea convencerla para
tener bebida gratis. La defiende Chuy, quien acorrala a su padre con
verdades a la cara, por lo que este sale de casa y acude a
desahogarse con Nerina, una mujer vulgar que asegura que él puede
hacer por sí mismo el negocio que desea hacer Zoraida con su hija:
Venderla al mejor postor.
Esperanza
entera a Clara Mar de la muerte de Santiago y esta se desahoga con el
padre Agripín, el cual sabe de la amistad que existía entre el
difunto y la protagonista, la cual acude a dar condolencias a los
Mendizábal y a dar el último adiós al hombre, al cual quiso mucho.
La acompaña su tía Esperanza, quien la lleva ante el féretro,
despertando la furia de Dulcina, la cual exige que echen a semejante
andrajosa del lugar y le exige que no vuelva a pararse por su casa.
De ello se dan cuenta Luis José y Angélica, la cual siente pena por
la masajista pero no hace nada, a la vez que el hermano se entera por
Ricardo de quién es la chica, misma que se desahoga con Sergio y
Esperanza, quienes le dan ánimo. Luego la sirvienta habla con Luis
José y lo entera de que la chica a quien su madre insultó es su
sobrina, quien ha sufrido mucho en la vida. La muchacha, por su
parte, al llegar a su barrio sufre el acoso del Muñeco, quien la
presiona para que le corresponda, mas ella le deja claro que nunca lo
hará, pues él no es más que un vago que se ha divertido con todas
en el barrio. El, necio, la intenta besar, ganándose un par de
cachetadas, además de una pelea con Sergio, quien aparece de repente
y le asegura que la protagonista no está sola. Luego le pide a esta
que se case con él, pues desea protegerla, pero ella lo rechaza.
Zoraida
se entera del pleito cuando La Divina se lo cuenta a su manera,
defendiendo al Muñeco, al que la cantinera sabe malicioso, por lo
que lo reprende por no dejar en paz a la masajista y causarle
problemas. Es consolado por Gema, quien trata de seducirlo, pero este
la rechaza y le jura que un día Clara Mar será suya. Por ello la
mesera jura que él será suyo y su enemiga desaparecerá, por lo que
pide a su madre, Calixta, que la ayude mostrándole su gran poder
satánico. Esta le jura que El Muñeco será suyo.
Luis
José busca a Clara Mar en el estante de playa en que da masajes,
disculpándose por las ofensas de Dulcina y poniéndose a su
servicio. Ella le da un masaje y él le pide que lo acompañe a
cenar, pues ha llegado a Isla Encantada luego de muchos años y por
ello ha decidido radicar allí definitivamente, encargándose de los
negocios de su padre. Son vistos por Angélica, quien se lo cuenta a
Dulcina, a la cual Ricardo asegura que no debe preocuparse por la
masajista, ya que Luis José está comprometido con Penélope
Altamirano, una chica de abolengo a quien la villana entera de los
planes de su hijo y la invita a pasar una temporada en Isla
Encantada. Luego pide a Esperanza que concrete una cita con su
sobrina, a la que acude para darle dinero y exigirle que se aleje de
su familia y no intente enredar a su hijo, como lo hizo con su
marido. La insulta y minimiza delante de mucha gente, en la playa,
por lo que la chica se echa a correr hasta el cenote, donde de nueva
cuenta se vuelve a encontrar con Luis José, quien se baña en el
lugar.
El
padre Agripín se entera de que Felipe ha robado los ahorros de Clara
Mar para bebérselos y lo sermonea, exigiéndole que deje la bebida y
haga algo para ayudar a sus hijos, pues mientras Chuy es un inválido
que no puede hacer nada por sí mismo, Clara Mar debe mendigar
trabajo para poder cumplir con los gastos. El hombre llora y
responsabiliza a la que fuera su esposa, pues todo se derivó de su
abandono. El sacerdote asegura que eso no es verdad y le hace ver que
él fue el único culpable, pues fue un holgazán, celoso, infiel y
violento que impidió que aquella mujer pudiera realizarse y alcanzar
sus sueños. Se asombra cuando el alcohólico reconoce lo que hacía,
disculpándose por ser hombre, para luego decir que está seguro de
que su hija mayor seguirá los mismos pasos de su madre, pues tiene a
muchos hombres tras ella y cualquier día dará el mal paso. El cura
le exige que calle y le jura que el día que se sepa la verdad y él
lleve a sus hijos al borde del precipicio, se encontrará
terriblemente solo, pues estos lo despreciarán.
Penélope
llega a Isla Encantada, llenando de felicidad a Dulcina, misma que
presiona a Angélica para que esta se de prisa para buscar donde
vivir, pues de ser la hija del dueño de la casa, pasó a ser una
simple arrimada. La muchacha se desahoga con Esperanza, la cual sabe
a Dulcina cruel y dura, mientras que la desamparada pide ayuda a
Ricardo, al que besa, recordándole que se aman, por lo que pueden
casarse, pero él no sabe si esto en verdad sea conveniente y le pide
tiempo, convenciendo a Dulcina para que la deje quedarse, haciéndole
ver que es justamente la huérfana la heredera de todo y conviene
tenerla cerca. No saben que Esperanza los ha escuchado.
Sergio
está muy enamorado de Clara Mar y esto lo sabe el padre Agripin, el
cual le da fuerza y le pide que tenga fe en que la chica le
corresponderá. Le cuenta de cuando esta ha padecido y por ello el
enamorado insiste a su hermana, Brenda, que la ayuden dándole
trabajo en el spa, aunque no esté certificada. Esta se opone, pues
sabe que el hermano está enamorado y no desea que pierda la cabeza
por alguien tan insignificante como Clara Mar, a la que se topa y
pregunta qué le ha dado a Sergio para tenerlo así. La protagonista
dice querer al chico como un amigo. Luego de esto, Brenda conoce a
Penélope, quien le cuenta cuales son sus planes. Deciden hacerse
amigas entonces y cuando la capitalina acude al spa y conoce a
Sergio, queda enganchada a él.
Nerina
presiona a Felipe para que haga mucho dinero a costa de Clara Mar. Le
hace ver que hay muchos hombres que pagan fuertes sumas de dinero por
alguien como su hija. El hombre desprecia a la mujer, a la que
asegura que moriría antes de permitir que alguien dañe a su hija.
Los escucha Chuy, el cual enfrenta a la mujer, quien se burla de él
por su condición de lisiado. El chico después le pide a la hermana
que le promete que nunca caerá en lo más bajo, aunque se los lleve
la tristeza. Ella dice ser decente, pero ante la mala racha que pasa,
pues Brenda no la contrata en el spa y Dulcina y Ricardo se han
encargado de cerrarle las puertas, no tiene más opción que escuchar
a Zoraida, la cual le promete que ella y El Muñeco la protegerán en
la cantina, por lo que la protagonista no tiene más remedio que
inventar en casa que cuidará a un anciano por las noches, para
comenzar a servir en las mesas del lugar, al que acude Nicandro
Matacán, un hombre ruin que se obsesiona con la belleza de la chica
y al escuchar intrigas por parte de La Divina, exige a Zoraida que se
la entregue. Esta le pide el tiempo y le asegura que llegado el
momento la chica será para él, asegurando que aun es virgen.
Luis
José reprocha a Dulcina en meterse en su vida e instalar a Penélope
en su casa, presionándolo para que se case con ella. Deja claro que
no desea por esposa a una mujer superficial, si no a alguien con el
alma pura, como su hermana Angélica. La madre se burla de él y le
propone que enamore a una de las sirvientas. Él la desafía y le
jura que si en una de ellas encuentra la felicidad que anhela, lo
hará sin dudarlo. Alarmada, Dulcina contacta a Penélope y le hace
saber que deben actuar de inmediato y esta se desahoga con su
hermana, Valeria, quien le pide que regrese a la capital y se olvide
de Luis José, pero la novia está encaprichada y lo quiere para
ella. Luego se desahoga con Sergio, con quien comienza a tener
intimidad, ya que este es presionado por Brenda para que salga con la
capitalina y deje de pensar en Clara Mar, razón por la que el
implacable Fernando le exige que se olvide de ella, pues nunca la
aceptaría como parte de su familia. El joven enamorado sufre y se
consuela con Penélope, la cual padece el desdén de Luis José,
quien se ha enfocado en proteger a Angélica, evitando que esta se
marche de su casa. Enfrenta a Dulcina y le dice saber que el
testamento de su padre solo beneficia a su hermana mayor y que a
ellos los ha dejado sin casi nada. Le asegura que le guardará ese
secreto a cambio de que no corra a la hijastra. La mujer no tiene más
remedio que aceptar y se desahoga con el Lic. Robles, quien la toma
en sus brazos y la besa para luego pedirle que digan al protagonista
que él es su padre. Ella se resiste.
Clara
Mar es echada del hotel en que da masajes y su estante es removido.
No tiene más remedio que deambular por las playas, vencida por el
cansancio de trasnocharse en la cantina. Desahoga con el padre
Agripin sus pesares y este le asegura que la vida la premiará un
día, por lo que hace. Luego el cura habla con Zoraida y le jura que
si llega a saber que ha arrojado a la protagonista a la perdición,
no tendrá piedad de ella, pues conoce sus secretos. La cantinera
segura que protege a la muchacha, la cual solo está en la cantina
para servir y llamar la atención de los hombres, mas no para otra
cosa.
Dulcina
recuerda las fechorías que ha tenido qué hacer para conseguir lo
que quiere y maldice a Santiago por haberla dejado desprotegida,
jurando ante el retrato de este que será su hija Angélica quien
pague las consecuencias. Atormenta a la mujer cuando descubre que
está enamorada de alguien. La acorrala para que le diga quién es el
susodicho pero Esperanza interviene, evitando que la madrastra
perturbe a la hijastra, la cual llora y revela sentirse perdida ahora
que su padre ha muerto. Por su parte Dulcina entera al Lic. Robles de
los amoríos de la muchacha, asegurando que no permitirá que esta se
case nunca, ya que no piensa que un extraño le arrebate la fortuna
de la que piensa apoderarse a toda costa.
Clara
Mar se encuentra con Luis José, que la socorre y la invita a comer
para luego llevarla a casa. Son vistos por Nerina, quien esparce por
el barrio el chisme de que la chica ahora es amante de jóvenes
millonarios y que así se gana la vida, mientras que el otro se ve
con su amigo Magdiel Ordóñez, quien es abogado y reafirma que
Ricardo se encargó de mover influencias para engañar a Angélica,
misma que se alegra con el regreso de Anibal, el hijo de Esperanza,
quien también se alegra de que el chico esté de vuelta luego de
haber radicado en la capital, al servicio de Luis José. El muchacho
continúa en su puesto de chofer y pronto visita a sus parientes
Muñoz, pues es gran amigo de Chuy y tiene mucho cariño por Clara
Mar, la cual le cuenta de sus penas y su nuevo trabajo. El primo le
promete que saldrá adelante para ayudarles a ella y su madre. Pide
un aumento de sueldo a Dulcina, quien se ríe de él y se lo niega
para luego dejar claro a Esperanza que si ella y su hijo no están a
gusto, se pueden ir cuando quieran.
Gema
sigue padeciendo el rechazo del Muñeco, quien es amante de Nerina,
con la que ha fraguado un plan para hacer que la Clara Mar caiga en
las garras de Nicandro. Le tienden una trampa al pedirle un encargo
de parte de Zoraida, pero Luis José lo echa abajo, pues acompaña a
la chica, la cual llena de dudas a su jefa cuando le dice que no pudo
cumplir con su mandato. La cantinera no es tonta y asegura al Muñeco
que, si él está actuando a sus espaldas, se las pagará. La Divina
se ríe de él y le asegura que, si necesita ayuda para negociar con
la virginidad de Clara Mar, cuente con ella, que intenta convencer a
la protagonista de que mujeres de su clase tienen que hacer de todo
para ganarse la vida, intentando hacerle ver que con Nicandro podrá
tener la vida que siempre ha soñado. La chica asegura ser decente e
incapaz de hacer algo que ofenda a los suyos.
Penélope
se acerca a Angélica para pedirle que interceda por ella y haga que
Luis José le pida matrimonio. Dulcina apoya esto y promete a la
hijastra que dejará de meterse con ella si lo logra. La mujer habla
con su hermano, el cual sabe que la están presionando y deja claro a
su novia que no desea casarse. Ella estalla y, por lo tanto, él da
por terminado su noviazgo. Acude a la cantina para desahogarse con
Clara Mar, la cual es acosada por Nicandro, lo que provoca un pleito
entre los hombres. Zoraida pide al millonario que se marche y no meta
en problemas a la muchacha, quien deja claro a su patrona que jamás
accederá a tener que ver con los clientes, amenazando con renunciar.
Luego vuelve a casa y se desahoga con Chuy, quien le pide que se
sincere con él, pues sabe que no cuida a ningún anciano, sino que
trabaja en la cantina. La muchacha llora, lo abraza y le asegura que
lo que hace no es indecente y que ella jamás haría algo indebido.
Por su parte Luis José no deja de pensar en la chica y asegura a
Magdiel que comienza a sentir algo por ella, pues le inspira ternura.
Comienza a cortejarla y ella por primera vez comienza a sentirse
enamorada. Son vistos por Sergio, quien se llena de celos y se lo
cuenta a Penélope, quien arma una rabieta y sufre un desmayo. Al
saber que se trata de un embarazo, pide a Valeria que acuda a su
lado, pues la necesita. La hermana se instala en un hotel y al hablar
con ella se alarma, pues la audaz mujer ha decidido hacer creer a
Luis José que el hijo que espera es de él. La amiga le aconseja que
sea cautelosa, pues el ex novio no es ingenuo y la puede descubrir.
La otra asegura que conseguirá casarse con él, aunque sea por
capricho y sin su amor, ya que solo desea salirse con la suya. Busca
a Clara Mar y le exige que se aleje de su hombre, amenazándola de
muerte. Esta opta por alejarse de Luis José, a quien Magdiel le hace
pensar que quizás su madre y su ex están detrás del rechazo de la
chica, por lo que el joven habla con Esperanza, quien le pide que no
le haga daño a su sobrina, la cual ya ha sufrido demasiado.
Angélica
presiona a Ricardo para que se casen, pues está ciegamente enamorada
de él, que le deja entre ver que ha heredado a su padre y la alienta
para que tenga el valor de enfrentar a Dulcina, pero la chica, débil,
le tiene mucho miedo a la madrastra, misma que ha tomado la decisión
de casarse con el licenciado, al que promete que compartirá con él
la inmensa fortuna de su difunto marido. Este entonces decide
despreciar por completo a Angélica, quien en su sufrimiento
encuentra refugio en el padre Agripin, al que cuenta lo que vive.
Este tiene dudas sobre el testamento de Santiago, pues sabe cuanto el
hombre amaba a su hija, producto de su matrimonio con la mujer a la
que más amó. Por ello acude a hablar con Dulcina, que avalada por
Ricardo convence al sacerdote de que el difunto dejó a la hija bien
protegida, pero con ella como su albacea.
Clara
Mar descubre que El Muñeco le está robando a Zoraida y luego de que
discuten, él intenta besarla. Ella lo abofetea y amenaza con echarlo
de cabeza. Él entonces pide dinero prestado a Nicandro y le promete
que la chica será suya, pero el hombre solo le da un poco, ya que no
confía en él, que se vale de La Divina para conseguir lo que desea,
seduciéndola. Ella se ofrece a darle el dinero a cambio de que se
hagan novios. Él acepta y la hace suya. Le pide el dinero y la
muchacha también le da una miseria, pues lo sabe tramposo y quiere
estar segura de que permanecerá a su lado.
Valeria
no está de acuerdo en los planes de Penélope, quien rechaza a
Sergio y tiende una trampa a Luis José, para emborracharlo y meterse
en su cama, haciéndole creer a las pocas semanas que espera un hijo
suyo, siendo apoyada por Dulcina, a quien el hijo dice estar
convencido de que todo es una mentira de su ex, quien acude al
ginecólogo y le paga para que mienta sobre las semanas de su estado,
haciendo caer al protagonista, el cual desahoga con Magdiel su pesar. El amigo entonces se acerca a Valeria, para así saber si todo se
trata de una calumnia de Penélope, descubriendo en la capitalina a
una mujer llena de contrastes y cosas buenas, por lo que comienzan a
salir.
Chuy
sufre un pequeño accidente que alarma a los vecinos, los cuales dan
aviso a Clara Mar, la cual lo lleva a una clínica y no tiene dinero
para pagar los gastos. Nerina interviene y le aconseja que pida
prestado a Nicandro, pues este le dará lo que le pida. La muchacha
sin embargo desiste y busca al padre Agripin, quien acude a Zoraida y
entre los dos consiguen una pequeña cantidad para lo que se
necesite. Luego el presbítero busca a Felipe y, al encontrarlo
borracho, le recrimina el ser tan irresponsable con sus hijos, los
cuales no lo merecen como padre. Este asegura que Clara Mar tiene
entre las piernas el remedio a todos sus males, por lo que el
sacerdote lo abofetea.
En
España, Magnolia sufre por los hijos que abandonó y revela a su
fiel sirvienta, Tomasa, lo arrepentida que está. La mujer le pide
que hable con su marido, el millonario Fernando San Román, pues al
contarle la verdad él sabrá cómo ayudarla, así como ella lo ayudó
en el momento más oscuro de su vida, cuando quedó viudo. Magnolia
sin embargo no tiene más opción que contar la verdad cuando el
marido le dice que viajarán a Isla Encantada, donde ha hecho una
sociedad hotelera. Él le promete que la ayudará a recuperar a sus
hijos, pues finalmente fue una víctima del hombre que no le cumplió.
Penélope
busca volver a los brazos de Luis José, quien le pide que vuelva a
la capital, se den un tiempo y entonces quizás puedan volver a verse
como antes, pero ella está convencida de que no sucederá así y lo
presiona para que vuelvan, apoyada por Dulcina, la cual reprocha a su
hijo ser perverso con la huésped. Este entonces decide cenar con la
mujer, quien se vale de sus encantos para besarlo. Le propone que se
casen, viajen y se olviden de los malos entendidos. Él sin embargo
revela no estar convencido de lo que siente por ella, que desahoga
con Dulcina sus frustraciones. La futura suegra la lleva ante
Calixta, a la que piden un embrujo para amarrar al hombre y que este
coma de la mano de la mujer a la que la villana quiere para su hijo.
El
Muñeco engaña a Clara Mar y le jura que Nicandro desea un masaje y
sanación con sus cristales, por lo que la incita a que acuda a casa
del hombre, quien solo desea hacerla suya. Ella acude sin saber que
Luis José la ha ido a buscar, enterándose por Nerina de que la
muchacha se ha ido entregar a un buen postor. Decide buscarla
mientras ella se defiende de las insinuaciones de Nicandro, al que se
atreve a abofetear para intentar huir de su casa, a la que Luis José
llega para defenderla, amenazando al agresor con enviarlo a prisión.
Este, furioso, exige al Muñeco que le devuelva el dinero que le dio
y este habla con Nerina, quien lo guarda y le propone que se vaya un
tiempo. Este a su vez ve a Clara Mar con Luis José y la molesta,
intentando besarla. Ella se resiste pero él es más fuerte. Los ve
Gema, quien arma tremenda escena de celos y en venganza va donde Chuy
y Felipe para decirles que la protagonista anda con El Muñeco y se
le ha ido a ofrecer a Nicandro. Felipe defiende a su hija y al
discutir con ella sufre un pequeño infarto que lo envía al
hospital, donde Esperanza y Anibal acompañan y apoyan a los hijos
del hombre. Luego la tía cuenta lo que sucede a Luis José, el cual
cubre los gastos del hospital y promete a Clara Mar que siempre
estará a su lado. Acuden al cenote, donde él nuevamente la besa y
esta vez ella le corresponde y más tarde vuelve a rechazar a Sergio,
al que deja claro que solo lo quiere como amigo y que ama a Luis
José. Los sorprende Brenda, la cual no hace más que insultar y
menospreciar a la chica y al enterarse de quién está enamorada de
inmediato se lo comunica a Penélope, la cual alarma a Dulcina cuando le cuenta todo. Esta discute con su hijo, quien le jura que si lo presiona para que
se case, lo hará justamente con Clara Mar. Desesperada, la mujer
decide buscar a la protagonista y con insultos y cachetadas le exige
que se aparte de su hijo. Luego pide a Ricardo que se encargue de
buscar a alguien que se encargue de dar un escarmiento a la que ella
considera una andrajosa. El hombre se contacta con El Muñeco y le da
una fuerte suma de dinero para que actúe. Este se vale de que los
Muñoz se encuentran en el hospital e incendia su casa, llenándolos
de dolor pues se han quedado sin nada. Sin embargo Luis José promete
a Clara Mar que la ayudará a encontrar un trabajo y un lugar donde
vivir. Los escucha Valeria, quien informa a Dulcina y Penélope, la
cual jura que no permitirá que su hijo se enrede con una muerta de
hambre, mientras que Nerina entera a Felipe de su situación y lo
convence de entregar a su hija a Nicandro, pues este les dará a
todos ellos la vida que no tienen. El hombre llora y no hace más que
culpar a la madre de sus hijos ante Esperanza, quien le hace ver que
la mujer lo dejó por ir en busca de una mejor vida para sus hijos,
pues él se perdió en el alcohol y se olvidó de ellos. El hombre
sin embargo, en su grave estado, pide a Clara Mar que se case con
Nicandro, pues así no padecerán más y ella y Chuy podrán tener un
mejor futuro. El malvado, que ha sido informado por Nerina, se
presenta para entregar a la protagonista un anillo de compromiso.
Ella lo rechaza y sale huyendo. El hombre sin embargo se calma cuando
Felipe le asegura que su hija se casara con él, pues es el mejor
partido que pueda encontrar. Luego de ello es reprendido por Chuy,
quien le dice entender ahora por qué su madre los abandonó,
responsabilizando al progenitor.
Octubre 2024. Penélope revela a Valeria que no ama a Luis José pero desea
afianzar su futuro. La hermana le aconseja que entonces diga a Sergio
que espera un hijo suyo y se case con él pero la otra está
encaprichada y desea doblegar a su ex, mismo que le aclara que se
hará cargo del hijo que esperan, pero no se casará con ella. Por su
parte Valeria empieza un romance con Magdiel, el cual es bueno y la
ve como su esposa. Ella a su vez habla con Sergio, el cual insiste en
buscar a Penélope, siendo rechazado. La amiga de la mujer le explica
que esta ama a Luis José y tendrá un hijo de este. El astuto Sergio
luego habla con Magdiel y al saber la situación entre el
protagonista y su ex cree que el hijo que la mujer espera es suyo y
no del otro.
Clara
Mar se siente desesperada y Esperanza le sirve de consuelo. Cuando la
chica culpa a su madre de todas sus desgracias, la tía le asegura
que las cosas no son como ella y Chuy lo han creído, ya que Felipe
los ha llenado de ideas que con su alcoholismo él mismo se ha
creado. La muchacha suplica a la tía que le diga si ella sabe algo
de su madre, si tienen comunicación, pero el ama de llaves sabe lo
mismo que ella y sufre al pensar que a su hermana le haya sucedido
algo.
Angélica
se consuela en brazos de Ricardo, el cual le pide que sea valiente,
enfrente a Dulcina y pelee por la herencia de su padre. La muchacha
sin embargo no tiene fuerzas para ello y pide al enamorado que huyan
juntos, lejos de todo. Él sin embargo no piensa hacerlo sin
apoderarse de la herencia de Santiago, por lo que está decidido a
conseguirla a costa de lo que sea, por lo que cree que ha sido un
error enamorar a la huérfana.
Zoraida
y el padre Agripin de nueva cuenta han juntado dinero para ayudar a
Clara Mar y su familia y acude a Nicandro para que coopere. Este
intenta negarse pero la mujer lo convence. Luego entrega el dinero a
Clara Mar, quien agradece a todos en la cantina y llora ante su jefa,
pues no sabe donde vivirán en cuanto den de alta a su padre. Aparece
Luis José para decirle que le ha alquilado un departamento, pero la
protagonista lo rechaza y le suplica que se aleje de ella, pues ya
sabe que se casará con Penélope. Es Zoraida quien pone al tanto al
hombre de que Dulcina se presentó en la cantina, por lo que reprocha
a su madre el ser cruel con la muchacha que ayudó tanto a Santiago.
La mujer le prohíbe que tenga que ver con esa mujer o lo
desheredará, callando cuando él le recuerda saber que toda la
fortuna de su padre pertenece a Angélica y no estar dispuesto a
despojarla de lo que le pertenece. Dulcina le exige que calle,
intenta hacerle ver que pueden quedarse en la calle sin esa fortuna,
pero al protagonista no le importa, pues ante todo tiene valores y
está del lado de la justicia.
Magnolia
sufre la agonía de no tener noticias de sus hijos y haber perdido
todo contacto con su hermana Esperanza. Se refugia en Tomasa, la cual
le promete que dentro de poco podrá buscarlos, explicarles y
abrazarlos. La sufrida madre se atormenta pensando que estos la
despreciarán y agradece a Fernando el comprenderla a pesar de que
nunca pudo darle los hijos que él siempre soñó. Al hombre esto no
le importa y le ilusiona saber que podrá tener la familia soñada si
la mujer encuentra a sus vástagos.
Felipe
es dado de alta y Nicandro ofrece su casa para que él y su familia
vivan mientras el alcohólico se recupera. Ante esto, Chuy pide a
Clara Mar que deje de lado su orgullo y acepte la ayuda de Luis José,
de lo contrario ya sabe cómo tendrá que pagar los favores de
Nicandro. Esta se presenta en la mansión Mendizábal y allí Dulcina
y Penélope la hacen trizas con insultos, al grado de correrla. La
muchacha se refugia en Esperanza, la cual le promete dar su recado a
Luis José, pero las otras dos impiden que hable con el hombre, por
lo que la pobre Clara Mar no tiene más remedio que acudir donde
Nicandro, el cual instala a Chuy y Felipe en una habitación y a ella
en otra, lejana a ellos. Ella sale a trabajar en la cantina y revela
a Zoraida tener miedo de volver a casa del hombre. La jefa la
comprende y le ofrece su casa, pues puede dormir con ella mientras
que su padre y hermano se quedan con Nicandro, quien al enterarse
enfurece y discute con la cantinera por entrometerse en sus planes.
Ella, que lo conoce muy bien, le recuerda que hay gran cantidad de
muchachas hasta más jóvenes que Clara Mar, que darían todo por
estar con él y prestarse a sus bajas pasiones, pero la protagonista
es distinta y no será suya. Este, astuto, pone a Felipe bajo cuidado
de un doctor que hará que Chuy pueda caminar, con el fin de endeudar
a los Muñoz y así presionar a Clara Mar para que se case con él.
Angélica
descubre que está embarazada y Ricardo se niega a responsabilizarse.
Le exige que aborte, pues él podría ser si tío debido a la
diferencia de edades, mas ella sí quiere tener a su hijo. Intenta
abrazar al hombre, besarlo, pero este la rechaza y son vistos por
Anibal, con quien la mujer se desahoga, dejando entre ver lo que
pasa. El chico entonces habla con el licenciado, al que asegura que
si no le responde a Angélica, hablará con Luis José y le contará
de la relación que sostiene con su hermana. Por ello el villano de
nueva cuenta contacta al Muñeco y le ordena que se deshaga del
chofer, el cual le cuenta a Esperanza lo que sabe.
El
Muñeco acecha a Anibal, al que luego cita en el atraque del puerto,
con el pretexto de ir a salvar a Clara Mar, pues Nicandro la ha
secuestrado. Esto es mentira pero el otro cae y acude al lugar, por
lo que el muñeco lo golpea en la cabeza y lo ahoga, para luego
internarse en alta mar, arrojándolo al agua junto con un bote que
hunde. Vuelve a tierra y recibe el pago del Lic. Robles, el
cual ahora presiona a Angélica para que aborte. Esto causa en la
mujer mucha desesperación y de ello se da cuenta Luis José, al que
oculta su estado. Él busca a Clara Mar y se sorprende cuando en la
cantina La Divina y El Muñeco le dicen que la muchacha se ha
comprometido con Nicandro y ya vive con él.
Chuy
habla con el padre Agripin, quien lo alerta de los deseos de
Nicandro, por lo que el chico se niega a aceptar la ayuda del hombre,
con el que discute, asegurando que su hermana no está en venta y
mucho menos se prestará a hacer intercambios por su causa. El
villano se ríe del muchacho y le asegura que si no es por medio de
su hermana él nunca logrará caminar yy siempre será una carga para
ella. Furioso, el chico acude a la cantina abordo de su silla de
ruedas y es atropellado. De esto se vale Nicandro para llevarlo al
hospital y ordenar que lo operen y así obligar a Clara Mar a que se
case con él. La entera de lo sucedido y ella acude al lado del
chico, quien le pide que no se deje engañar, ya que si lo operan se
verá comprometida con el hombre que la desea. Sin embargo al saber
que su hermano podría volver a caminar, la chica acepta y jura a
Nicandro que será suya. Llora en la playa, donde ve a unos lancheros
hacer alarde de algo. Se acerca y ve el cuerpo de Anibal, quien está
inconsciente. Sufre y acude a su tía Esperanza para darle la
noticia. La mujer entera a los Mendizábal y, a pesar de Dulcina,
Luis José paga los gastos de hospital y acude a estar al lado de
Clara Mar, a la que dice que no ha dejado de pensar en ella y desea
hacerla su esposa. Ella sufre, pues ya ha dado su palabra a Nicandro,
quien se presenta en el lugar y mira a los protagonistas con odio.
El
muñeco entrega todo su dinero a Nerina, la cual le asegura que
cuando tengan todo lo suficiente podrán irse lejos, a hacer su vida
juntos. Se besan y los sorprende Gema, la cual arma tremendo drama
que termina en insultos y cachetadas entre las mujeres, lo que
divierte al cínico y descarado Muñeco, el cual asegura que puede
con las dos y no tienen por qué pelearse. A Nerina esto no le
importa, pero a La Divina sí, y se vale de la brujería de Calixta
para hacerlo pagar, haciendo que le brote un salpullido que lo
alarma.
Luis
José habla con Felipe sobre lo que siente por su hija y este le hace
saber que Clara Mar ya está comprometida con Nicandro, al que el
protagonista ofrece dinero para pagarle por la estancia de los Muñoz
en su casa e informarle que él ha liquidado la cuenta de operación
y estancia de Chuy. El pederasta no acepta el dinero y deja claro al
protagonista que, si no se aleja de la muchacha, morirá. Entonces
Luis José pide a Magdiel que se encargue del asunto y al vigilarlo
descubre que un policía, Ernesto Cruz, ya tiene en la mira al
hombre, por lo que decide unirse a él para tenderle una trampa y
cree que es la misma Clara Mar la que puede hacerlo.
Magnolia
y Fernando han llegado a vivir a Isla Encantada y ella, junto con la
fiel Tomasa, visita la que fuera su casa en el pasado, llorando al
verla quemada. Luego acude a la iglesia del padre Agripin, ante el
cual confiesa sus pecados, enterándolo de que es la madre de Clara
Mar y Chuy. El sacerdote la pone al tanto de las vidas de estos. La
mujer sufre, pues mientras ella ha tenido una buena vida sus hijos
han padecido demasiado. Pronto en la playa conoce a Clara Mar, quien
se ofrece a darle un masaje o curarla con cristales. La mujer la
invita a dar una limpia en su casa, contándole que es nueva en el
lugar. La muchacha lo hace y al limpiarla a ella nota que tiene una
enorme tristeza. La mujer llora ante Tomasa, a la que dice cuanto la
muchacha le recuerda a la que quizás ahora sea su hija. Solicitan
una sirvienta y a la casa llega Gema, la cual ha dejado la cantina
para alejarse del Muñeco. Al conocer a Fernando, saber que es viudo
y que Magnolia es su segunda esposa, decide que lo conquistará, con
el fin de volverse una dama de sociedad y pisotear a Clara Mar, a la
que Sergio asegura que Luis José se casará con Penélope pues esta
espera un hijo suyo. La muchacha busca al protagonista, quien le dice
que, en efecto, será padre, pero no se casará, pues no ama a la
mujer que le dará un hijo.
Luis
José descubre a Dulcina besándose con Ricardo. La madre le hace
saber que ha decidido rehacer su vida y que el licenciado la hará su
esposa. El hijo se opone de manera rotunda y entonces entera a su
madre de que el hombre la ha engañado y busca acorralar a este para
que le diga la verdad sobre su situación con Angélica, la cual le
confía a Penélope que ha sostenido relaciones con el Lic. Robles.
La supuesta amiga se lo dice a Dulcina, quien cachetea y ofende de
manera grave a la hijastra, al grado de que, en una crisis de ira, la
arroja por las escaleras con el fin de que muera. Angélica sin
embargo vive, mas pierde el hijo que espera. Al saber esto, luego de
que Penélope le cuenta todo, Luis José pelea con su madre y le
exige que prescinda de los servicios del Lic. Robles, pero la mujer
se resiste y solo hace una escena de celos y cachetea a su amante,
pues sabe que la traicionó para así beneficiarse a través de
Angélica. Además de que Magdiel ha descubierto los fraudes de
Ricardo a la familia Mendizábal y entera a Luis José, el cual ante
la negativa de su madre para aceptarlo, decide que será mejor que
Angélica se entere de que ella es la heredera mayoritaria de su
padre, pero esta vive afectada por la pérdida de su hijo.
Nerina
aconseja a Clara Mar para que se haga esposa de Nicandro y así su
familia tenga protección. La muchacha se niega y se desahoga con
Sergio quien le pide que sea su esposa, pero ella lo vuelve a
rechazar. Él habla con Brenda y le cuenta sus sospechas sobre el
hijo que Penélope espera. La hermana busca a la amiga y la escucha
hablar con Valeria, por lo que confirma las sospechas de su hermano y
por ello acude a Luis José y lo entera de lo que sucede. Este busca
desahogo en Clara Mar, a la que pide que lo cure con sus cristales y
a la que revela los engaños de su familia. La protagonista entonces
lo abraza y al estar en la cantina se besan y El Muñeco arma
escándalo y recuerda a la chica que pronto se casará con Nicandro.
Ella asegura que eso no es verdad. Discuten y entonces ella lo acusa
de robar a Zoraida, delante de esta, que tiene una discusión con el
empleado, al que recuerda que siempre ha querido como un hijo. Él le
recrimina el tenerlo de empleado y no de socio, discuten y la
cantinera prescinde de él, que se desahoga con Nerina, a la que pide
que le entregue su dinero, pues quiere irse lejos. La mujer pone
pretextos para entregárselo por lo que él, al hablar con Gema,
deduce que su amante lo ha estado engañando para apoderarse de todo
el dinero que ha hecho. Busca a Nicandro y lo entera del engaño de
Clara Mar, quien se alegra cuando ve a Chuy dar sus primeros pasos y
desahoga esta felicidad con Magnolia, quien ha acudido al hospital y
reconoce a su familia. Se acerca a sus hijos, para apoyarlos, y por
ello propone a Clara Mar que se haga cargo de un spa que desea abrir.
La muchacha se alegra, pero la felicidad dura poco cuando Nicandro se
presenta a exigirle que cumpla con el trato que hicieron. Ella pide
perdón, pues no cumplirá, mas promete que le pagará hasta el
último centavo. Al saber esto, Felipe enfurece y exige a la hija que
cumpla su palabra, mas ella se niega.
Magdiel
termina con Valeria por haberse prestado a los embustes de Penélope,
la cual queda anonadada cuando Luis José la enfrenta para decirle
que sabe quién es el padre del hijo que espera. Pide a Dulcina que
se marchen de la mansión, pues saben que le pertenece a Angélica,
pero la madre se niega y al saber por el hijo que este ama a Clara
Mar y desea casarse con ella, jura que no lo piensa permitir. La
malvada mujer también se las ingenia para acorralar al Lic. Robles,
el cual pide ayuda a Esperanza, a la que recuerda que él es el padre
de Anibal. La sirvienta lo aborrece y llora al recordar cómo la
engañó en el pasado, revelando sentirse feliz de que finalmente
vaya a recibir su castigo. Le asegura que Luis José lo enviará a la
cárcel, mas el hombre, cínico, cree que eso ni sucederá si el
protagonista sabe que él es su verdadero padre.
Fernando
comienza una relación pasional con Gema, quien siempre se muestra
afectada por algo y se vale de ello para sacar dinero al hombre,
quien la sorprende en rincones de su casa, para besarla y estar con
ella, levantando sospechas en Tomasa, a quien Magnolia entera de su
acercamiento a sus hijos y la manera en que los ayudará. La
sirvienta le pide que no descuide su matrimonio.
Anibal
hace saber a la policía que fue El Muñeco quien lo atacó y al
saber esto Clara Mar se lo cuenta a Zulema, quien no lo puede creer y
busca al hombre para advertirle que pronto lo estará buscando la
policía, así que debe huir. Él vuelve a pedir su dinero a Nerina,
quien le dice que lo ha invertido y deben esperar a que lo recupere,
desesperándolo.
Felipe
se sorprende cuando Nicandro lo echa de su casa, exponiéndolo.
Vuelve a beber, alentado por Nerina, quien le cuenta de la mujer con
la que su hija se ha estado viendo. El hombre cree que se trata de su
esposa y por ello acude a Esperanza, para preguntarle. Esta le dice
no saber nada de su hermana y se refugia en el padre Agripin, quien le
deja entre ver que su familiar podría encontrarse cerca. Al hablar
con su sobrina y preguntarle por aquella mujer refinada que la ayuda,
decide conocerla y se asombra al ver que se trata de su hermana
Rosario, quien a solas le cuenta todo lo que hizo para crecer y lo
temerosa que vive por el rechazo de sus hijos. Se abrazan y prometen
ayudarse mutuamente, por lo que el ama de llaves lleva a Chuy y
Felipe a la nueva vivienda en que morarán, pretextando que se la han
prestado.
Clara
Mar asegura a Chuy que las cosas irán bien gracias a la ayuda de
Magnolia. El chico le pregunta sobre lo que siente por Luis José, a
quien la curandera ve como un sueño. Se ve con el en la playa, donde
se prometen amor. Son vistos por Valeria, la cual pide a Penélope
que regresen a la capital, mas la otra sigue empeñada en casarse con
el hombre que ahora la desprecia, maldiciendo la hora en que murió
Santiago. Luego busca a Sergio y lo abofetea, pues no le perdona el
haberle dicho la verdad a Luis José. Este sabe que fue Brenda la que
habló y discute con ella, que enfrenta a la amiga y la acusa de ser
una hipócrita. Furiosa, Penélope decide darle un castigo y por ello
la arrolla abordo de un automóvil, matándola. Sin embargo no todo
le sale bien, pues sufre un accidente automovilístico y pierde el
hijo que espera. Pronto recibe la visita de Ernesto Cruz, quien le
dice que tras abandonar el hospital irá presa por lo que ha hecho.
Ella pide ayuda a Dulcina, quien le da la espalda ahora que sabe su
mentira y la echa de su casa, para luego visitar a Calixta, para que
esta le de una poción que la haga desaparecer a Angélica, a la que
comienza a envenenar para no perder la fortuna Mendizábal, a la vez
que presiona a Ricardo para que se casen, sin importarle lo que este
haya hecho. Ante la negativa de Luis José, le revela a este que el
Lic. Robles es su verdadero padre, al que debe apoyar para no
quedarse en la calle y apoderarse de la herencia de Angélica. El
hijo se niega y pide ayuda a Magdiel, quien le dice que deben
proceder legalmente.
Penélope
se apoya en Valeria, quien la consuela y le pide que enfrente su
realidad y el precio que debe pagar por aferrarse a un hombre que
nunca la quiso. Se despide de ella y vuelve a la capital sin poder
convencerla de que la acompañe. La malvada Penélope jura que no irá
a la cárcel sin antes impedir la felicidad de Luis José, por lo que
se las ingenia para engañar a una enfermera y escapar del hospital,
sin levantar sospechas.
Nerina
se niega a entregar al Muñeco su dinero y habla con Nicandro sobre
una trampa que pueden ponerle a Clara Mar para que la haga suya, por
la fuerza. Harto de que todo le salga mal, el hombre enfurece con su
cómplice y la hace suya por la fuerza. Ella lo señala como un
violador y él le dice que le ha hecho lo que ella pe aconsejo que
hiciera a a otra. La echa de su casa y le exige que no lo busque más.
Al volver a casa se enfrenta al furioso Muñeco, quien le exige su
dinero, pues la policía lo está buscando. Ante su negativa para
dárselo, él la golpea, mas no consigue nada, pues la mata sin
querer, así que busca a Nicandro y le pide un préstamo que este le
niega, así que el muchacho es aprehendido por Ernesto y llevado a la
cárcel, desde donde llama al Lic. Robles, al que pide ayuda a cambio
de que no lo mencione en sus testimonios. Este último, cobarde,
decide huir del país luego de que Luis José lo enfrenta para
jurarle que nunca lo aceptará como su padre.
Zoraida
pide al Muñeco que acepte sus responsabilidades y enmiende su vida,
mas este se niega a ser condenado muchos años. La mujer le hace ver
que está perdido desde que se prestó a las fechorías de Ricardo y
le advierte que si miente, será peor para él.
Magnolia
llora ante Esperanza y el padre Agripín, pues teme a que sus hijos
la rechacen y la odien por las ideas que Felipe les metió en la
cabeza. El sacerdote entonces comienza a preparar a Clara Mar y Chuy,
descubriendo que el menor es el que más agradecido estaría de que
su madre apareciera, pues tiene conflictos con Felipe, el cual no
deja de recordarle que es una carga debido a que está lisiado. El
sacerdote también habla con el degenerado Nicandro, al que pide que
deje en paz a Clara Mar y acepte que la muchacha es decente y no como
las mujeres con las que siempre se ha enredado. El hombre sin embargo
está encaprichado y por eso empieza a mostrarse conquistador ante la
chica, sorprendiéndola con flores y regalos que ella rechaza, aunque
él le recuerda que tarde o temprano serán marido y mujer.
La
huida de Ricardo llena de dolor a Dulcina, la cual descarga su ira
sobre Angélica, a la que hace responsable del abandono del otro. La
familia se sorprende cuando Esperanza les cuenta que Robles quizás
fue el que ordenó la muerte de Anibal, para que este no dijera la
verdad a Angélica, quien al escuchar esto, exige que le digan de qué
verdad hablan. Dulcina intenta engañarla, pero no así Luis José,
quien le revela que en realidad él es hijo de Ricardo y que Santiago
lo supo, por lo que, por ese motivo, la nombró a ella su heredera
mayoritaria, con el 80% de su fortuna. Dulcina llora, se siente
perdida y cree que ahora la hijastra tomará venganza contra ella.
Angélica por su parte encuentra consuelo en Anibal, quien en un
arrebato se atreve a besarla. Ella corresponde a sus besos, mas luego
siente culpa, pues lo ha visto como un hermano menor toda la vida. Él
le asegura que la ha amado en silencio desde siempre.
Sergio
sufre por la muerte de Brenda y encuentra refugio en Valeria, quien
le pide que deje el spa a cargo de alguien y vaya con ella unos meses
a la capital. Él cree que no podría dejar su trabajo y tampoco
olvidarse de Clara Mar, a la que sigue amando. Valeria entonces se
despide de él y le hace prometer que tomará en cuenta su propuesta. Luego el hombre habla con Magdiel, quien le dice que su amada está
enamorada de Luis José Mendizábal, y que este desea casarse con
ella. Sergio se resiste a aceptarlo.
Noviembre 2024. Gema escucha una conversación entre Magnolia y Tomasa y al
saber que su patrona llevará a sus hijos como invitados a casa,
habla de esto con Fernando, quien le cuenta del pasado de su mujer.
Cual es la sorpresa de la sirvienta cuando en el lugar se presentan
Clara Mar y Chuy, a los que tiene que servir. Enfurece al saber que
su enemiga es hija de una mujer refinada y que puede ser millonaria
de la noche a la mañana. Por ese motivo busca a Felipe y le hace
saber que la mujer que lo orilló al alcoholismo ha regresado y ya
convive con sus hijos, a los que piensa llevarse, pues tiene mucho
dinero. Le muestra una foto y logra que el hombre revele a sus
vástagos que la mujer con la que se ven es su madre, la cual los
abandonó. Desesperada, Clara Mar busca a Magnolia y le exige una
explicación. Esta no tiene más remedio que aceptar que es Rosario
García y padece el rechazo de su hija, la cual se refugia en
Esperanza, la cual le cuenta que su madre no tiene más culpa que
haberlos dejado por ir en busca de una mejor vida, pues Felipe la
engañó al prometerle una buena vida y no cumplirle, llevándolos a
todos a la miseria. La chica acude al cenote, donde se encuentra con
Luis José. Ambos hablan de aquello por lo que atraviesan y de las
mentiras de sus padres. Prometen estar juntos para siempre y hacen el
amor dentro de las cristalinas aguas del lugar.
Chuy
siente una confusión que lo lleva a abandonar su tratamiento para
caminar. Se desahoga con Anibal, quien lo alienta para que salga
adelante y no se deje vencer por cosas que no le conciernen. El
muchacho sin embargo considera que por el abandono de su madre Clara
Mar se echó a cuesta responsabilidades que no le correspondían,
además de padecer las borracheras e insultos de Felipe, a quien
Esperanza exige que diga la verdad a sus hijos, los cuales no pueden
odiar a su madre por algo que él provocó con su alcoholismo y
holgazanería, así como por su violencia e infidelidades, pues se la
vivía en la cantina de Zoraida, su amante. Esto lo ha escuchado
Chuy, quien acude a la cantinera para pedirle que sea sincera con él.
La mujer le asegura que su madre era muy buena y trabajadora,
decente, pero no puedo más ante la vida que le esperaba al lado del
marido, quien es buena persona pero está lleno de muchos defectos y
ha cometido muchos errores, como culpar a otros de sus desgracias, de
las cuales solo él es responsable. Chuy entonces se presenta ante
Magnolia y la abraza, llamándola "mamá". Le dice saber la
verdad y revela toda la falta que la mujer le hizo durante tantos
años. Luego habla con Clara Mar, a la que dice haber comprendido
todo luego de hablar con Zulema, a quien la muchacha reprocha el
haber sido amante de su padre, al que enfrenta luego de renunciar a
la cantina. Este insiste en culpar a otros y no aceptar que se
equivocó, mas la hija ya no le cree y acude al lado de su madre,
quien se siente feliz de recuperarla y le promete que todo será
diferente ahora.
El
muñeco se siente entre la espada y la pared e insiste en confesar
que él solo mató a Nerina, por accidente, mas al enterarse de que
Ricardo huyó y que Anibal no murió cuando lo atacó y lo ha
señalado como su agresor, confiesa que el licenciado lo contrató
para hacer ese trabajo. Es sentenciado a pasar años en la cárcel y
pide ayuda a Gema, a la que promete que, si da con el paradero del
licenciado y entera de esto a la policía, él le dará mucho dinero.
La chica sin embargo no le cree, pues estando en la cárcel no puede
cumplirle, además que ya tiene un as bajo la manga y dice que pronto
tendrá todo lo que sueña, pues tiene a un millonario comiendo de su
mano.
Luis
José celebra con Clara Mar el que esta haya encontrado a su madre y
se sorprende al saber que la mujer es hermana de Esperanza, quien
entera al hombre de otro secreto: Anibal es su medio hermano, pues
también es hijo de Ricardo. Debido a esto, el protagonista habla con
Magnolia y le propone que ayuden al ama de llaves y su hijo, los
cuales no pueden seguir sirviendo en ninguna casa. También lo habla
con Angélica y por ello dan a la madre y el hijo un departamento en
el que vivirán de ahora en adelante, a la vez que Fernando da empleo
a Anibal, así como la oportunidad de estudiar una carrera. Esto
llena de rabia a Dulcina, quien no puede creer que Ricardo la haya
engañado por tantos años, mucho menos con una criada. Rechaza a
Anibal cuando este se presenta en la mansión, de donde lo echa, pero
Angélica lo impide y entera a la madrastra de que el ex empleado es
su novio. Dulcina se burla de ella, que esta vez la abofetea,
callándola. La madrastra le jura que la hará arrepentirse pero
Angélica ya no le tiene miedo y le aconseja que se prepare, pues en
cuanto tome posesión de la herencia de su padre la echará a la
calle, como la ramera que siempre ha sido. La villana llora a solas.
Maldice a su difunto marido y sobre todo a Federico, pues todo lo que
hizo fue por él, aunque ahora sabe que este solo la utilizó para
beneficiarse. Se siente engañada, frustrada, perdida, y por eso
rompe todo a su alrededor.
Chuy
retoma su tratamiento para recuperar completamente el movimiento de
sus piernas, llenando de felicidad a los suyos. Es justo por esto que
conoce a Rodrigo Sáenz, un joven doctor que con cuidados y
convivencia lo hace sentirse seguro, tanto, que pronto el antes
lisiado en un accidente queda cara a cara con él, que lo ayuda, y
ambos se dan un fuerte beso. El muchacho habla de esto con Anibal,
quien lo apoya y le aconseja que no tema a ser feliz con la persona
que él decida serlo. Le cuenta de cuanto ama a Angélica y su deseo
de salir adelante para estar a la altura de ella. Los primos se
apoyan uno al otro.
Nicandro
echa de su casa a Felipe, cuando este le suplica un préstamo, pues
Zoraida se lo ha negado. El villano lo insulta, lo humilla y lo echa
a empujones para luego recibir la visita de Gema, quien le cuenta de
la buena fortuna de Clara Mar y Chuy, los cuales ahora viven como
señoritos al lado de su madre. Nicandro no muestra importancia a
ello, sino al dinero que perdió al pagar a Nerina y El Muñeco,
quienes le fallaron para que hiciera suya a esa muchacha,
sorprendiéndose cuando Gema le cuenta que Clara Mar suele ir sola al
cenote, donde suele bañarse desnuda, para cargarse de energía con
sus cristales. Al hombre se le viene una idea perversa a la mente y
acaricia a Gema, a la que sonríe por haberle dado tal información.
Sergio
pide a Clara Mar que se case con él y ante su rechazo, la insulta al
decirle que es una arribista al aceptar a Luis José por su dinero.
Este último aparece y entre los dos hay una pelea en la que
interviene Magdiel, el cual habla con Sergio y le pide que se olvide
de la mujer de los cristales y busque la felicidad en alguien más.
Hablan de Valeria, a quien Magdiel sigue amando pero no le perdona el
que haya sido cómplice de Penélope, misma que se ha sabido ocultar
muy bien y acecha a Clara Mar, maldiciéndola cada vez que la ve
acompañada de Luis José, pues estos están enamorados y con ese
amor inauguran el spa de la protagonista, donde la policía y
Ernesto Cruz están pendientes de que la villana pueda aparecer, así
que esta no puede actuar contra el hombre que la despreció por una
pobretona.
Dulcina
atormenta a Angélica y la acusa de haberle arrebatado al hombre de
su vida. La hijastra la acusa de ser una vulgar mujerzuela arribista
que solo utilizó a su padre para escalar socialmente. La villana no
duda en aceptarlo e insinúa cosas que hieren a la muchacha, quien se
refugia en los brazos de Anibal, el cual la besa y le promete que
todo estará bien. Los descubre Dulcina, quien solo se burla de ellos
por ser insignificantes, tal para cual. Aparece Esperanza, quien con
dureza pone en su lugar a la villana.
Tomasa
se sorprende cuando descubre a Chuy y Rodrigo besándose. Es discreta
mas no sabe cómo decirle esto a Magnolia, así que lo habla con el
padre Agripin, que habla con el muchacho, descubriendo que este tiene
preferencia por los hombres. A pesar de las creencias del sacerdote,
este apoya al muchacho le pide sea cauteloso, se cuide y no de la
sorpresa de golpe a su madre, la cual es una ferviente católica que
ha acudido a la iglesia para dar gracias a Dios para agradecer que ha
encontrado a sus hijos, desahogando con el cura lo feliz que es,
mientras que la fiel Tomasa enfrenta a Gema y prescinde de ella en el
servicio de la casa, exigiéndole que se aleje de Fernando. La
muchacha, cínica, le asegura que eso no sucederá y habla con el
amante para decirle que los han descubierto y debe dejar su casa. Le
pide que le compre un departamento y él se niega y ella amenaza con
decirle a Magnolia lo que existe entre ellos. Dándose cuenta de
quién es en realidad su sirvienta, Fernando la desprecia y dice no
importarle lo que ella haga. Gema vuelve a trabajar en la cantina de
Zoraida, ante la cual solo despotrica contra Clara Mar. La cantinera
la pone en su lugar, pues sabe que siempre ha envidiado a la otra por
ser bonita y tener suerte en la vida, cosa que a Gema le ha hecho
falta, por ser como es. Le aconseja que busque al Muñeco en la
cárcel, pues él sí la necesita. La chica así lo hace, haciéndole
una visita marital. Ambos se ponen de acuerdo y él le dice que le
dará todo su dinero si ella busca al licenciado Robles y lo hace
pagar por lo que le hizo. Gema acepta y al buscar en casa de Nerina
encuentra el dinero del Muñeco escondido en el colchón de la mujer.
Feliz, cree que se ha sacado la lotería.
Sergio
felicita a Clara Mar por tener su propio spa, el cual se convierte en
el favorito de muchos en poco tiempo. El enamorado se despide de ella
para siempre y le desea suerte, pues ha vendido su propiedad para
mudarse a la capital, donde comienza una nueva vida y se reencuentra
con Valeria, de la que se enamora en poco tiempo y es correspondido.
Dulcina
es sorprendida por Ricardo, quien le dice que ha vuelto con otra
identidad y le propone que se vayan juntos. Ella le reprocha el
haberla engañado no solo con su hijastra, sino años antes con
Esperanza, la cual apenas era una simple criada. Discuten, dejando al
descubiertos sus mentiras. Ella amenaza con echarlo de cabeza ante la
policía y él le recuerda que ella le encargó deshacerse de Clara
Mar, a la que se le incendió su casa, así como es responsable de la
muerte de Santiago, al que estuvo envenenando tal y como seguramente
está haciendo con Angélica. Le exige una fuerte suma de dinero que
la mujer le da al no tener más opción, mas cuando este se va de su
casa, llama a la policía y les cuenta que el villano está de
vuelta, exigiendo que lo encuentren y le den el castigo que merece.
Angélica
habla con Magdiel y él le cuenta que puede tomar posesión de la
fortuna de su padre, de inmediato. La mujer busca a Esperanza y le
pide que vuelva a su lado, pero Anibal se opone pues cree que ya no
es correcto que su madre sirva a su novia. Esto causa cierto
distanciamiento entre los enamorados y Angélica sufre pensando en el
hijo que pudo tener, pues en él volcaría todo su amor. Maldice a
Ricardo, al que desearía saber muerto. Se desahoga con el padre
Agripin, quien la aconseja para que no pierda al chico al que ama y
la hace comprender que, de casarse con él, estaría al lado del hijo
de la mujer que por años estuvo al servicio de su familia.
De
nueva cuenta Clara Mar tiene un enfrentamiento con Dulcina, quien le
exige que se aleje de su hijo y la acusa de ser una arribista. La
muchacha es defendida por Esperanza, la cual recuerda a la villana
saber quién es en realidad. Las mujeres terminan a cachetadas y
Mairena intenta frenarlas, recibiendo una bofetada por parte de la
madre del hombre al que ama. La villana le asegura que nunca dejará
que sea feliz con su hijo y con falso dolor cuenta a este que Clara
Mar es una salvaje. Este conoce bien a su madre y le asegura que no
hará nada más que felicitar a la protagonista por haberla puesto en
su lugar, pues ya era tiempo de que alguien lo hiciera. La entera de
que deben dejar la mansión Mendizábal, pues ahora será Angélica
la dueña absoluta de todo. La madre se resiste a irse de lo que
considera es suyo por haber aguantado tantos años a Santiago, al que
maldice. El hijo se la lleva a un sencillo departamento al que ella
ve con asco. Luego reciben la visita de Clara Mar, quien le ofrece
todo su apoyo a la futura suegra, que solo la desprecia por ser
chusma.
Esperanza
y Rosario están más unidas que nunca y esta felicidad se está por
empañarse cuando Gema se presenta ante la segunda para decirle que
Fernando la ha engañado. Interrumpe Tomasa, quien se inventa algo,
evitando que la villana hable, para luego darle dinero y pedirle que
se marche lejos. Habla con Fernando, quien se sincera con la esposa,
misma que lo perdona pues este le ha prometido que esa aventura ya se
ha terminado. Ambos conviven con la familia de ella, celebrando la
vida, lo cual hace infeliz a Felipe, el cual se desahoga en la
cantina, donde Zoraida le aconseja que luche contra sí mismo, que
cambie, se enmiende, pues aunque ya no pueda recuperar a la que fuera
su esposa, todavía puede tener el cariño y la ayuda de sus hijos.
Felipe
descubre la relación entre Chuy y Rodrigo pues los descubre
besándose en la playa, donde los enfrenta e insulta gravemente al
hijo, quien le deja claro que no quiere saber más de él y lo tacha
de mentiroso y calumniador, dejando ver que sabe la verdad del
abandono de su madre. El progenitor asegura que Rosario es una piruja
que se vendió al mejor postor y el hijo está a punto de soltarle un
golpe, pero Rodrigo lo frena.
Clara
Mar se baña en el Cenote, donde es sorprendida por Penélope, la
cual está decidida a matarla para hacer daño a Luis José. Intenta
ahogarla, pero pronto aparece Nicandro para defender a la
protagonista, llenándose las manos de sangre pues apuñala a la
otra, matándola. Asustada, Clara Mar intenta huir, pero el hombre la
toma en sus brazos para hacerla suya por la fuerza. Sin embargo,
justo cuando la penetra, aparece Ernesto y le dispara, hiriéndolo y
poniendo a salvo a Clara Mar. Ya en el hospital, ella se refugia en
Rosario y Esperanza, quienes le brindan apoyo, mientras que Nicandro
es enviado a la cárcel, donde se reencuentra con El Muñeco, quien
comienza a hacerle la vida imposible.
Luis
José lamenta la muerte de Penélope pero no así Dulcina, quien la
cree una impostora que quiso tomarles el pelo. La noticia del deceso
sin embargo afecta a Valeria y Sergio, quienes ya viven en unión
libre y creen que la villana solo recibió el castigo que ella misma
se buscó.
Gema
se encuentra accidentalmente con Ricardo, al que reconoce, mas la
ambición la lleva a ser su amiga y aliada. Desprecia a Calixta, a la
que rechaza como madre por ser una bruja sin poderes y una pobretona
de la que se avergüenza, luego de que la bruja le dice tener miedo
por ella, pues ha visto su miseria en la arena. La mala entraña se
despide de ella para siempre y se ve con Robles, al que está a
ayudar solo si él la lleva fuera del país. La ambiciosa muchacha
penetra en casa de Nicandro y roba todo cuanto puede, sorprendiéndose
cuando encuentra dinero en efectivo. No sospecha que Ernesto la ha
descubierto y la sigue, dando así con el paradero de Federico, quien
al darse cuenta de la gran cantidad de dinero que la muchacha lleva
consigo. Decide robarle y escapar sin ella, que lo descubre y le arma
tremendo escándalo. Aparece Calixta para defender a su hija, con un
puñal que, en un forcejeo, el villano le clava, para entonces
escapar, mientras que la muchacha suplica a la madre que no muera,
pero la bruja no resiste y justo en el momento en que muere se desata
una fuerte tormenta. En medio de ella, Ricardo intenta escapar en un
yate pero Ernesto y sus colegas policías lo persiguen, por lo que el
villano tiene un accidente y la unidad estalla. No muere. Es llevado
al hospital, donde grita lleno de dolor por las quemaduras, además
que una pierna le es amputada. Recibe la visita de sus hijos, quienes
lo perdonan por el mal que hizo, así como también es perdonado por
Esperanza y Angélica, quien encuentra refugio en Magdiel, quien la
ha ayudado en todo momento, ya que ella padece el rechazo de Anibal.
Dulcina
se entera de lo sucedido al Lic. Robles, al que acude. El ex amante
suplica que lo ayude, matándola, mas esta solo le desea que sufra
mucho, sin una pierna, el cuerpo lleno de quemaduras y en la cárcel,
donde será la burla y el hazme reír del resto de los presos. Lo
maldice y se despide de él para siempre.
Felipe
habla mal de Magnolia ante Fernando, quien dice amar a su esposa,
conocer su pasado y saber que lo que hizo se derivó a la mala vida
que llevó con el alcohólico, al que propone internarse en un centro
de rehabilitación para dejar la bebida. Este se insulta, intenta
golpearlo y aparece la mujer para enfrentarlo y exigirle que
desaparezca de su vida y la de sus hijos. Felipe entonces busca a
Zulema, se emborracha y jura que morirá. Se introduce al mar, donde
es arrastrado por la corriente. Su muerte llena de dolor a los hijos,
quienes encuentran gran apoyo en su madre y sus parejas.
TIEMPO
DESPUÉS: Luis José pide a Mairena que sea su esposa y ella acepta a
pesar de la negativa de su futura suegra, la cual se resiste a
aceptarla y no soporta su nueva vida y ronda la mansión Mendizábal,
siendo vista por Angélica, la cual ha encontrado gran apoyo en
Magdiel, quien le aconseja que deje atrás el pasado y venda el
lugar, mismo que Rosario compra para sus hijos, con los que se
instala, al lado de Fernando. Con ellos se mudan la fiel Tomasa y
también la tía Esperanza, quien conoce muy bien la mansión y se
encarga de dirigir a la servidumbre. Al enterarse de esto Dulcina
pone el grito en el cielo y sufre al saber su casa perdida. A su vez,
decide dar un golpe mortal y usar veneno para evitar que su hijo se
una de por vida a una muerta de hambre como Clara Mar.
Gema
se siente responsable de la muerte de Calixta, lo que no se perdona.
Vuelve a la cantina, donde Zoraida intenta protegerla, pero la
muchacha se ha abandonado a la prostitución. Encuentra una amistad
en Ernesto Cruz, que frecuenta el lugar y descubre que es muy bonita.
Intenta ayudarla, pero ella asegura que ser una ramera es su destino.
Chuy
camina perfectamente y es feliz con Rodrigo, el cual lo ayuda con sus
estudios y le hace ver que llegará muy lejos. El muchacho también
tiene el apoyo de Anibal, quien se ha convertido en alguien
imprescindible para Fernando, quien lo apoya en todo para que salga
adelante. El muchacho sin embargo entristece cuando ve a Angélica
besando a Magdiel.
Gema
acepta el amor de Ernesto, quien la saca de la mala vida y le
consigue un trabajo decente. Esto hace feliz a Zoraida, quien se
sorprende cuando Clara Mar la busca para invitarla a su boda, pues ha
decidido dejar atrás los rencores. La cantinera la abraza y hace las
paces con Rosario, quien le asegura que el único culpable del pasado
fue Tomas, el cual es recordado por Esperanza, quien lleva flores a
su tumba.
Nicandro
está harto de los abusos del Muñeco dentro de la cárcel pues este
lo humilla delante de otros presos. Por ello le tiende una trampa,
provocándole un accidente con la intención de que muera. El otro lo
descubre y lo golpea hasta matarlo. Es protegido por sus mejores
amigos, a los que lidera.
Clara
Mar y Luis José se bañan en el cenote y luego recorren las playas
de Isla Encantada, decididos a ser felices a pesar de todo lo que
impedía que se amaran. Esto llena de felicidad a la familia de la
muchacha, a quien Fernando aprecia como una verdadera hija y por ello
ha mandado a construir un chalet en los jardines de la mansión
Mendizábal, ya que quiere que la futura casada permanezca cerca de
Rosario.
Ricardo
permanece solo en una celda, postrado a una silla de ruedas y
desfigurado, lamentando todo lo que hizo y suplicando hablar con Luis
José, quien finalmente acude a él y le dice no quererlo cerca suyo.
El hombre le advierte que tenga cuidado de Dulcina, la cual asesinó
a Santiago y también mandó a incendiar la casa de los Muñoz. El
hijo se resiste a creerlo, hasta llegar el día de su boda, donde
Angélica y Anibal se reencuentran y se tratan con cordialidad, pues
ella presenta a Magdiel como su pareja. Junto con todos los allegados
a los novios, celebran en enlace matrimonial entre Clara Mar y Luis
José, en el que Dulcina decide poner veneno en la copa de su ahora
nuera, con el fin de matarla. Sin embargo Esperanza conoce los
alcances de la villana e interviene. Las copas se confunden y luego
de brindar la recepción continúa, hasta que, durante el baile de
los novios, Dulcina comienza a sentirse mal y sufre un paro cardíaco
que conmociona a todos los presentes, principalmente a su hijo,
mientras Ricardo ríe fuertemente en su celda.
Al
paso de los meses, en una ceremonia espiritual, Clara Mar limpia a
personas con sus cristales, entre ellas su amado Luis José, al que
en un circulo de cuarzos, yerbas, flores, inciensos, da un fuerte
beso, sellando su amor... entre el mar y una estrella.
Fin